Antigua Guatemala:
la imagen viva del Siglo XVIII en América
Durante 235 años, Antigua Guatemala fue el centro económico, político y educativo de siete estados: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Chiapas.
Guatemala ha contado con cuatro ciudades desde que conquistadores españoles tomaron el territorio centroamericano. La primera fue Tecpán Guatemala en 1524, la segunda Almolonga o Ciudad Vieja en 1527, la tercera Antigua Guatemala en 1541 y por último la Ciudad de Guatemala actual en 1776.
El asentamiento de los españoles en Guatemala sufrió desde su inicio una serie de desafortunados eventos, tanto de caracter bélico como natural. Estos últimos la persiguieron hasta su final traslado al Valle de la Ermita, en que permance.
El pueblo guatemalteco que surgió a partir de la conquista se mudó después de tres años en Tecpán por los constantes ataques de indígenas que se oponían al régimen español. En Almolonga tardaron catorce años luego de sufrir la muerte de su conquistador y un deslave del Volcán de Agua que arrasó con el pueblo.
Los líderes decidieron mudarse al Valle de Panchoy, a unos 45 kilómetros al oeste de la ciudad actual, en que fundaron La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, que ostentó el poder de la región centroamericana entre 1541 y 1776. Los registros indican que a principios de siglo XVIII, la ciudad sufrió terremotos que la destruyeron parcialmente. Sin embargo, ya en la segunda mitad del siglo la actividad sísmica incrementó. En 1951 un terremoto destruyó la ciudad y en 1773, cuando se había renovado la infraestructura, un enjambre de terremotos conocidos como los de Santa Marta, demolieron de nuevo la ciudad.
Por eso, las autoridades decidieron trasladar la sede de gobierno al Valle de la Ermita, en que se desarrolla la actividad política nacional desde hace 241 años. Con esta partida, las ruinas de la Antigua Guatemala quedaron abandonadas, a excepción de unas cuantas familias que decidieron quedarse en el área.
Durante casi doscientos años, se reconstruyó parte del casco central de Antigua Guatemala. Y en 1979 fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, por ser un pasaje al pasado de leyendas, personajes e historias y preservar de manera impecable la época colonial y la arquitectura española en el nuevo mundo.