Homenaje – Chiqui Rivera, insignia del idealismo en Guatemala

Chiqui Rivera, insignia del idealismo en Guatemala

Carlos Enrique Rivera Ortiz es un abogado y notario mejor conocido como “Chiqui”. Desde 1967 forma parte de Cámara de Industria de Guatemala (CIG) y sus aportes al desarrollo industrial y a la integración centroamericana han sido invaluables.

Entrar a su oficina y no notar su principal hobbie es altamente improbable.

Hay representaciones de Don Quijote de la Mancha pintadas o talladas en madera, metal, vidrio. Están en cuadros, en repisas, en las puertas, en todo.

Esta colección, que supera las 500 piezas, es un elogio al idealismo que ha gobernado la vida de Rivera. Un valor que estampa en lo que él llama su seguro de vida: el funcionamiento pleno de la unión aduanera centroamericana.

Desde muy joven, Rivera combinó su pasión por las leyes y por la integración regional.

Primero se graduó como abogado y notario en 1963 de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en que fue becario sus primeros dos años, debido a su habilidad en el volleyball. La beca cubría el costo total anual de Q27.

Luego conoció a los primeros integracionistas en la universidad de El Salvador cuando asistió a un curso de la Organización de Estados Americanos y el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe. Y ese fue el comienzo de su especialización profesional.

Hace ya cincuenta años, en 1967, cuando trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores y regresaba de inaugurar una embajada en Japón, Rivera fue invitado a una reunión con el Vice Presidente de CIG de esa época, Ricardo Castillo.

En esta comentó, especialmente, sobre los beneficios de la integración centroamericana para el sector industrial guatemalteco. Llamó tanto la atención de los directivos de CIG que le ofrecieron la Gerencia de Cámara de Industria de Guatemala, que ostentó durante dos años para luego permanecer como Asesor General de CIG y de todas sus juntas directivas.

Integración regional

Una faceta paralela a su soporte en CIG, que también marca la trayectoria de Chiqui en el desarrollo económico nacional, es su liderazgo en la Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Fecaica).

Durante 40 años aproximadamente, Rivera fue Secretario General de esta institución. “Los estatutos dicen que anualmente se elegirá un Secretario General, pero cada vez que venía la elección me reelegían”, comenta el abogado entre risas, “yo creo que las últimas veces ya me quedé de facto”. De hecho, fue hasta 2017 que entregó el puesto, aunque no se desligó completo de la Federación. “Voy a permanecer asesorándolos en algunos proyectos” indica.

Desde Fecaica, CIG y a nivel personal, Rivera ha trabajado por su sueño de integración.

Chiqui resalta la importancia del Tratado General de Integración Económica Centroamericana suscrito por todos los países de la región en diciembre de 1960 porque es la base fundamental del proceso actual para integrar el comercio regional.

A este Tratado le siguieron las reuniones de Antigua, en que participó Rivera directamente. En ellas se creó el Programa de Acción Económica de Centroamérica que resultó en la suscripción del Protocolo de Tegucigalpa en 1991 que creó el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) y del Protocolo de Guatemala en 1993 que reformó el Tratado de 1960.

Rivera también fue parte del Convenio Marco para el Establecimiento de la Unión Aduanera en 2007 que busca liberar el comercio, armonizar nomenclatura aduanera y avanzar procesos bilaterales; un protocolo entre Guatemala y El Salvador pendiente de ser aprobado, y el Protocolo de Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras, implementado en junio de 2017 después de 31 meses de trabajo.

Según Chiqui, para lograr plenamente la unión aduanera centroamericana hay que seguir tres pasos fundamentales descritos en 2007: liberar aún más bienes y servicios, armonizar toda la legislación aduanera y, principalmente, crear una institución que se encargue del proceso.

Este tercer pilar es político, porque en 2007 los gobiernos no asignaron o crearon una secretaría para realizar el proceso. “Es necesario firmar otro protocolo para la institucionalización”, comenta Rivera.

Sin embargo, el idealismo persiste. “Es indiscutible que siempre se camina algo para adelante… muy lentamente, muy gradual y progresivamente”, bromea Rivera y señala que “con la integración estamos mal, pero sin la integración nos morimos”.

En CIG

Aunque el abogado tuvo “por ahí un par de negocios industriales”, su pasión por las leyes no le permitió desarrollarlos. “Estuve dedicado a mi profesión 100%”, explica. Pero eso no lo mantuvo alejado de Cámara de Industria de Guatemala.

Desde hace años, en cada Asamblea General Ordinaria de Socios, es una tradición que Rivera tome la palabra y de manera solemne proponga una planilla para integrar la Junta Directiva de CIG por un año. Generalmente es la ganadora.

El Banco Industrial

Por otro lado, la historia de CIG reclama momentos puntuales e importantes en los que participó Chiqui directamente.

En la época de los orígenes de CIG, a criterio de Rivera, “había una consulta bastante permanente entre los gobiernos y CIG”, frutos de esta comunicación son el Banco Industrial, el Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala (Irtra) y el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap).

Indiscutiblemente, uno de los mayores aportes al desarrollo de la industria en el país fue el Banco Industrial, que “dio un préstamo en condiciones especiales a CIG para financiar el edificio de zona 4”.

Pero el Banco no surgió únicamente para este objetivo, sino porque el sector necesitaba financiamiento y aún no existía la “liberalidad del mercado común financiero en Centroamérica”.

Por ello, a partir de los beneficios del Convenio Centroamericano de Incentivos Fiscales al Desarrollo Industrial, el sector industrial organizado comenzó a aportar el 10% de sus exoneraciones al Banco a cambio de acciones. Y así se hizo el Banco Industrial.

Momentos tristes
Al ser consultado sobre las anécdotas que más recuerda en CIG, explica que son los acontecimientos de dolor que más lo han marcado. “La muerte de Ramiro Castillo Love, Alberto Habie, Carlitos Torrebiarte, Chema Pasarelli, Carlos Enrique Molina Muñoz”, dice introspectivamente.

Explica que “parte del valor es que este trabajo o esta actividad… es que trabajé mano a mano con estos señorones intelectuales, empresarios positivos, que me enseñaron”.

Así como Carlos Rivera admira a estas personalidades de CIG, él mismo se ha convertido en un señorón intelectual, empresario y profesional positivo, con una trayectoria invaluable para el desarrollo de la región centroamericana. Un hombre que merece un reconocimiento de sus socios de CIG, de Fecaica, de sus colegas regionales y de los ciudadanos guatemaltecos.

¿Por qué “Chiqui”?

“Porque soy chiquitío y bonito”, se ríe. “Yo me peleaba con la niñera que me llevaba al colegio y me decía: “Chiqui vaya” o “Chiqui venga”. Entonces todos me comenzaron a decir Chiqui y yo los pezcoseaba.

¿Por qué El Quijote?

Rivera se casó en 1958 y cinco años después se graduó de abogado. Como regalo, su esposa le dio un cuadro antiguo de El Quijote, que mantiene al lado izquierdo de su escritorio. Unos clientes españoles, al verlo en su oficina, le regalaron otra pieza. Y así se repitió con más clientes, hasta que comenzó la colección.

Industriales lo recuerdan

Yo escogí a Carlos Enrique Rivera Ortiz como Gerente de CIG, de ahí empezamos a desarrollar una nueva Cámara. La Cámara de Industria de Guatemala en esa época estaba en la 3ª Avenida y 12 calle de la zona 1, una casita pequeña, modesta, con poca gente. Sin embargo, el trabajo que teníamos que hacer los propios directores y el gerente era el trabajo de administración, de hacer lobby con el gobierno, el trabajo de presentar los proyectos que eran necesarios para el país y en esa parte Carlos Enrique Rivera ayudó muchísimo para que los industriales podamos tener hoy el prestigio que tenemos, y para que Guatemala esté en la posición internacional que hoy se encuentra.

Ricardo Castillo Sinibaldi

 

Chiqui es una institución. Hablamos a veces de instituciones, como CIG o Fecaica, pero la verdad es que hay personas que son instituciones, y Chiqui Rivera es una de ellas. Es alguien que ha hecho un gran trabajo por el sector privado, por Guatemala y, sobre todo, por la pasión que siempre le pone a su trabajo.

Thomas Dougherty

 

Hablar del Chiqui es hablar de Cámara de Industria, de integración centroamericana, es hablar de un gran amigo, con el que yo y la industria, en general, ha compartido tiempos difíciles, grandes proyectos. Sergio de la Torre

Cuando pienso en Chiqui Rivera pienso en un amigo, pero, sin duda, también pienso en un prócer de la unión centroamericana. Es una persona que empujaba, que promovía, pero que por otro lado tenía esa mano izquierda para conciliar, buscar compromisos y conseguir que las partes llegaran a acuerdos.

Jaime Arimany

 

Anécdotas con Don Carlos Enrique hay muchísimas, pero lo que más me llevo son los viajes de Fecaica, en donde el aprendizaje fue muchísimo, pero también lo bien que la pasábamos. Temas muy importantes y anécdotas, pero sobre todo la integración centroamericana, un apoyo formal y de mucho liderazgo.

Felipe Bosch

 
En nombre de Cámara de Industria de Guatemala le queremos dar las gracias por este ejemplo que nos ha dejado. Haberse puesto la camiseta de industrial y haberla sudado con pasión, hace del Chiqui un gran industrial.

Ósar Emilio Castillo

 

Con Chiqui pudimos trabajar en un proyecto que llevó a la unión aduanera con Honduras. Ha trabajado en el proceso de unir a Centroamérica de una forma eficiente y real. Es el padre de la integración centroamericana.

Luis Miguel Castillo

 

Lo que puedo decir de Chiqui, aparte de haber llegado a tener una gran amistad y respeto por lo que él representa, es más que todo su trabajo en la integración centroamericana, cuando fui presidente de CIG y CACIF. Recuerdo haber trabajado con él arduamente una Política de Modernización Industrial que la presentamos en Madrid, España, para que fuera implementada con actos y hechos concretos por el gobierno de turno, fue un trabajo ejemplar de parte del Chiqui.

Mario Montano

 

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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