El reto de la región, en general, es aumentar el comercio intrarregional

El Ingeniero Fernando López preside la Asociación de Industriales de Latinoamérica (AILA), entidad que representa al sector industrial organizado desde México hasta Brasil. Uno de los temas que ahora les llama la atención es el nuevo gobierno de Estados Unidos, cuyas medidas y posibilidades son analizadas por el Ingeniero López en esta entrevista.

¿Qué expectativas tiene la industria de la región con Donald Trump como presidente de Estados Unidos (EE. UU)?

Diferentes. Para México es crítico. El 82% de las exportaciones de ese país tienen como destino los EE.UU. Medidas arancelarias y la modificación del NAFTA pueden afectar seriamente el crecimiento económico de México. Para muchas de esas industrias, sobre todo las de productos de alta tecnología, no es fácil encontrar mercados alternativos.

Para Centroamérica, de entrada, el retiro de EE.UU. del TPP (Acuerdo transpacífico) ha sido beneficioso para el sector de maquilas y textiles centroamericano, pues reduce la amenaza de
competencia de países del sudeste de Asia. Entiendo que incluso ya ha comenzado a incrementarse el volumen de órdenes. Medidas similares en el intercambio comercial con China y México, siempre que no se den en el caso del DR-CAFTA, pudieran ser también positivas. Por otro lado, la posibilidad de que se vean afectadas las remesas familiares, que han sostenido el crecimiento económico del área (sobre todo en el Triángulo Norte), por consumo, en los últimos años, es crítica. Además, seguramente si a la industria mexicana se le cierran puertas en el norte, dirigirá su
atención hacia el sur. Su capacidad y la notable devaluación del peso, aunque esta ventaja sea temporal, significan una competencia potencial importante para las industrias centroamericanas.
En el caso de Sudamérica, los efectos son menores, pues su relación comercial también lo es. Ahora bien, el alterar el esquema de libre comercio mundial seguramente tendrá sus efectos. Es de imaginarse que China tratará de llenar en mayor grado los espacios que dejen libre los EE.UU. Ya lo hace en Sudamérica, pero seguramente extenderá sus esfuerzos hacia el norte.

¿Cuál sería el principal efecto para la región desde el punto de vista industrial?

Dependerá del escenario que termine dándose. Por ahora, el nivel de incertidumbre exterior ha aumentado y eso hará que la inversión siga resintiéndose y con ello el crecimiento en el corto plazo. El reto es fortalecer la relación económica entre los países de América Latina.

¿Considera que el sector comercial se verá afectado con el fortalecimiento del dólar?

El fortalecimiento del dólar puede terminar en el aumento de las tasas de interés en EE.UU. Mucha de la deuda, no sólo en el continente sino a nivel mundial, se origina de financiamiento en dólares y esto significaría mayores erogaciones para las empresas locales, riesgos de impago y, por tanto, efectos importantes en todo el entramado económico.

¿Qué sectores serían los más afectados, y por qué? 

Aunque estamos hablando de situaciones que tendrán repercusiones en todo el espectro económico y social, el efecto será menor en sectores que no encuentren fácilmente sustitutos en los EE.UU.

¿Cree que Trump tenga intenciones de que el CAFTA sea modificado?¿Se puede evitar?

Imagino que este tratado tiene menos posibilidad de ser re-negociado por EE.UU. al ser las exportaciones esencialmente commodities o rubros que no afectan sus puestos de trabajo. Lo mencionaba antes. Es un tratado con una región menor con productos que afectan muy poco el empleo en EE.UU. Su principal interés en el área, sobre todo en el Triángulo Norte, es la seguridad, la inmigración y el narcotráfico. Modificar el CAFTA tendría un efecto negativo sobre las tres áreas y no pareciera que ello le convenga a EE.UU. Ahora bien, la posibilidad siempre está ahí. Trump ha sido claro en su desacuerdo con cualquier tratado de libre comercio.

¿Qué esperan para los sectores exportador e importador latinoamericanos en la era Trump?

México, Centroamérica y el Caribe son economías muy ligadas a EE.UU. Ya decíamos que la inmensa mayoría de las exportaciones mexicanas tienen ese destino. No es el caso de Sudamérica. Ahí, tanto China como la Unión Europea son los principales socios comerciales. El reto de la región, en general, es aumentar el comercio intrarregional. Mientras en la Unión Europea más del 60% del comercio es entre los países miembros, en Latinoamérica la cifra no llega al 25%. El impulso a este intercambio permitiría a los países al norte del canal de Panamá reducir la dependencia de EE.UU., y abriría para todos un mercado potencial sumamente interesante. Recordemos que el mercado latinoamericano, aunque sin la misma capacidad de compra que el norteamericano, es de más de 600 millones de habitantes. Ya hay esfuerzos, como la Alianza Pacífico (México, Perú, Chile y Colombia), que van en ese sentido.

¿Tiene conocimiento de negocios de Trump o de sus empresas en la región?

Entiendo que la Organización Trump que dirigía Donald Trump y en la que su hija es vicepresidenta, ha tenido inversiones en bienes raíces en Panamá (condominios) y Brasil (hotel). Alguna de ellas experimentó serios problemas con demandas de por medio. Fuera de esto no tengo referencias de otras inversiones. Hay que notar que su participación no suele incluir la construcción de los edificios o complejos, sino la administración y/o franquicia de su marca.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

Cámara de Industria de Guatemala
Ruta 6, 9-21 Zona 4, Nivel 12
PBX: (502) 2380-9000
Correo electrónico: [email protected]

facebook linkedin